Carrito de Balineras

Tenía dudas si las rueditas que se le pone a estos carritos era de V de valientes lanzarse por las lomas y que parece diVertido; o B de bacano por estos chicos aprender a armar sus carritos y diBertise como se hacía antes, ya que ahora prima la sobreprotexión (pongo la x como forma de decir: no haga eso, no no no).

Y entonces encontré este video de Ciudad Capital y no sabía que hubo competencia.  La nota fue emitida el 29 de septiembre y nuestra visita por el barrio fue el 25 de septiembre 2018, en un recorrido por varias actividades que tenía la alcaldía ese día.  Esto fue durante un periodo de trabajo con la Secretaría Distrital de Gobierno, y el distrito estaba haciendo un evento con la comunidad de crear carros de balineras y que los chicos aprendieran, no sabía de la competencia.

Aclaro que todas las fotografías son de mi autoría pero los dueños de las imágenes es la Secretaría Distrital de Gobierno; pasé las fotos a blanco y negro para que parezca más periodístico y sólo expongo unas pocas de las ciento cinco fotos que tomé ese día.

Instrucciones de uso:  Jale el carro, suba la loma y pa' bajo mijo y sin frenos; sin casco y espere no cascarse.

Me encantó ver a estos jóvenes elaborando los carritos, ayudando a los nuevos jóvenes a que gozaran de la experiencia.  


Y si viene al caso recordar, en mis épocas de chino nunca jugué con esto, pero si recuerdo ver el carro de balines como herramienta de trabajo para recicladores que pasaban por la calle gritando "botella papel" de manera cantada, semi pausada haciendo énfasis con la E con una entonación nasal en su voz; sumado al hipnótico ruido metálico de la rueda por el pavimento.

Puntillas chuecas, nudos de "seguridad", finas maderas, el arte de la preparación y el goce de decir: este lo hice yo.

Lo bonitos de este juego es que no es eléctrico, quizás si tengo a los chicos sentados, pero al poco rato hay que ponerse de pies para subir la loma.

Supongo que la imagen de abajo era la inscripción a la carrera, no lo sé, pero me agrada ver el grupo de personas que no le tenían miedo al acercamiento, andan sin tapabocas y puede que Bogotá no haya sido mejor para ellos pero lo fue y vendrán momentos mejores... hay que creer.