Negocio a las patadas


Todo viaje tiene dos componentes, lo que sabes que vas a encontrar y lo que será una total sorpresa.  En este caso lo conocido era viajar a Monguí en Boyacá, pueblo reconocido por su producción de balones de fútbol y por el chiste que ya no es políticamente correcto, que es el pueblo donde las mujeres trabajan en pelotas.  Aunque ese tipo de cuentos no aplican a esta hipersensible época, es inevitable pensar cuántos bebes fueron concebidos bajo una ruana; ese un es tema desconocido que tampoco viene al caso y volviendo al tema, Monguí produce balones.  





El siguiente viaje fue realizado en el 2017, y entre las cosas que desconocía era que hay un museo del balón, que hay pequeñas fábricas que todavía producen balones cosidos que son más artesanales decorativos como algunos peludos o los sintéticos de tamaño pequeño que funcionan como regalo empresarial.

  




Un balón decorativo tiene un valor simbólico y más cuando fue elaborado a mano. La búsqueda de puntadas perfectas, la fuerza en la mano que atraviesa un cuero duro, un arte que son contadas las personas que lo hacen, el tiempo y sudor que se reduce a ser imperceptible.






En el caso de la fabricación en masas, se produce un balón con diseño estándar o con la marca de los equipos colombianos o incluso lo que el cliente pida como fue el caso de Venezuela y la imagen de abajo y los que produce la empresa Gegol.







La producción y venta está sujeta a si es año mundialista, como todo, el futbol mueve millones en ingresos, ventas y muchas marcas producen para cumplir esa cuota y expectativa. Se comentaba que sí el municipio/departamento tuviese una mayor visión y preparación, Colombia podría fácilmente entrar y tener un pedazo de la torta en ventas; desafortunadamente el año 2020 cambió todo y sobre cómo puede estar el negocio ahora, ni idea, desconozco esa información pero supongo que habrá cifras desalentadoras.  



El municipio fue famoso por su producción durante la década de los setenta, los tiempos cambiaron y muchos se quedaron esperando el apoyo del departamento y otros tuvieron visión de crecer.  Los balones que se producen acá quizás podrían entrar a competir con la producción en masa que tiene China y Pakistán. 



Para la fecha del viaje me entero que Monguí no produce balones con las reglas que dicta la FIFA las cuales se basan en circunferencia, peso, presión, diámetro y radio y cada cuatro años cambia un poco; pero la empresa colombiana Golty si tiene esa certificación en algunas de sus colecciones profesionales; pero para quien sólo quieren divertirse, un balón es una esfera que pueden patear y lo importante es que genere momentos de diversión e incluso nutra el sueño de llegar a ser cómo sus ídolos de talla internacional, y para este objetivo la procedencia del balón no importa.