Anal


"Nada es completo en esta vida" decía el taxista que me llevaba al bar en una noche de jueves.  Ambos teníamos un cierto grado de afán por llegar a nuestro destino y ambos manejábamos poca comunicación, cosa que nos retrasamos.

Nada es completo en la vida me recuerda la lección aprendida tras una relación que parecía un balde roto.  Dar todo nunca fue suficiente y el balde siempre se sentía vacío; igualmente mi vacío invocó esa relación por lo tanto:  misión cumplida.  

Bendita costumbre de buscar afuera lo que por dentro no somos capaces de solucionar y de culpar a los demás por nuestras malas andanzas.  Demos gracias ahora por la responsabilidad personal y la inmadurez de no asumir las acciones de nuestros actos.

Nada es completo en la vida da para analizar y comentar durante largos párrafos que últimamente he evitado crear porque las ideas que cruzan mi mente parecen más complejas de redactar y la pereza invade.

El título de este escrito solo sigue la tendencia periodística de exagerar o llamar la atención para generar rating.  También es, en una sola palabra condensar una idea como los títulos de los álbumes de Soulfly, a Max no le gustan los títulos largos.  De por cierto, Soulfly XII y Spirit Animal son canciones geniales.

*Aclaración al neófito con Soulfly, en todos los discos hay una canción instrumental y ésta siempre lleva el nombre de la banda.