Anoche tuve una clase a la que solo asistí porque estaba muy desmotivado y sólo escuché, me llevé varias lecciones desde mi silencio.
Paciencia y enfoque: A ratos queremos todo ya y más cuando llevamos tiempo buscando esa logro o supuesto logro.
Revisar y revisitar sueños y metas: Una meta a ratos requiere de micro pasos y toca cumplirlas para llegar al gran logro. A ratos una meta requiere crecer mucho y es un proceso, más en la paciencia.
Revisa que valor le estás dando a los demás: En un ejemplo que Joselo compartió, en una charla en la que él estuvo, los participantes tenían que escribir un cheque simbólico que luego debían compartir y compartir y compartir hasta que dieron la orden de parar.
Algunos recibieron cheques con un valor semejante al que ellos pusieron, otro recibieron uno con creces y algunos recibieron nada.
Mi moraleja: Siempre dar lo mejor y lo más, la vida da muchas vueltas y a ratos no nos van a pagar con lo que sentimos nos merecemos y a ratos, se nos devuelve con creces. En lo posible, siempre entregar tu más.
Pide ayuda: procura no ahogarte, siempre hay alguien dispuesto a ayudar y a ratos, que no te ayuden y ni te den respuesta, también es una forma de ayuda.
Mantén la motivación: Si, vivir en este planeta apesta y más cuando algo o alguien quiere devorarte. Ningún proyecto crece o se resuelve de la noche a la mañana, para eso están las metas y los grupos de apoyo para recordarte que si se puede y que todo puede mejorar. Esa sensación de vacío es temporal.
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