No dispares mientras grabamos - Uniboyacá 2011



En septiembre 16 de 2011 me invitaron a Uniboyacá a hacer parte de una Invasión Fotográfica dentro de las instalaciones, al igual que compartir alguna experiencia dentro del oficio.  Gracias a Mónica Villarraga, ya había compartido mi historia en Lasalle College y en forma de agradecimiento, la invité a participar con fotografías y también, con una ponencia.

Creo que nos dieron una hora para compartir y presenté varias fotografías que se realizaron durante mi aventura y escuela de RTI - Telemundo.  Para las memorias del evento tocaba tener un texto, entonces me puse en la tarea de contar cómo es el oficio de fotofija desde mi perspectiva.  

Esta fue la historia:


NO DISPARES MIENTRAS GRABAMOS

Foto fija: persona encargada de fotografiar escenas de teatro, televisión o cine con fines publicitarios o documentales.  Cumple con las necesidades del productor o el director de arte y debe trabajar en conjunto con el equipo de cámara.  Para las toma fotográfica debe acoplarse a la iluminación que el director de fotografía intensionalmente ha creado y debe obturar desde el mismo ángulo donde está la cámara o el espectador.  

La labor requiere que tanto el indio como la flecha sean excelentes; tener un ojo crítico, agilidad, saber el momento, estar presente y saber no estar presente, es decir, ser invisible para las cámaras y para el operador de sonido ya que el ruido de la cámara fotográfica afecta la grabación.  Las imágenes se entregan tal cual como se tomaron en la escena, sin postproducción a no ser que sea estrictamente necesario.

Este texto se enfocará más en televisión y cine que en teatro.  Desglosando la definición, el foto fija crea un registro fotográfico de una escena para fines publicitarios o netamente documentales.  Publicidad de el programa que saldrá o está al aire, documentales para uso interno de la productora. 

Como el oficio es sólo obturar la cámara, por lo general el foto fija no tiene contacto con las empresas donde se publican las imágenes.  Vender una de estas imágenes sin autorización a otros medios desata una serie de conflictos judiciales innecesarias ya que previamente a entrar a trabajar se ha firmado un contrato de exclusividad.  Dentro de estos contratos se firma una cesión de derechos en donde se pierde el nombre de quien ha tomado la fotografía, en algunos casos sí se reconoce quien ha sido el fotógrafo; todo depende del contrato que se haya firmado.  En ambos casos, el único dueño de las fotografías es la productora.

El productor o el director de arte definen qué hay que hacer.  En una preproducción se acompaña al equipo de producción durante el casting y las fotografías, que deben ser técnicamente excelentes, deben reflejar el personaje que se está creando.  Pasada esta etapa y elegidos los actores, empieza la prueba de vestuario que consiste en dejar registrado en cámara y en fotografías toda la ropa, joyas, maquillaje, peinados; todos estos elementos que se tendrán en cuenta para mantener la continuidad de la producción y presentar el arte a los empresarios que pagan el producto.

Toda producción tiene una carpeta de arte donde se desglosan los referentes de los personajes, vestuario, los colores con los que se trabajará y también las locaciones, las fachadas o los lugares donde se grabará o rodará.  En esta búsqueda, o scouting como también se le llama, los productores llevan sus cámaras y en algunos casos al foto fija, y estas imágenes luego serán transformadas por los diseñadores gráficos cambiando el color de las paredes, colocando elementos todavía no existentes para crear la atmosfera reseñada en el guión o libreto.  Una vez aprobado el arte, la productora pintará las casas que sean necesarias y se compraran los elementos reseñados. 

Para la producción, las casas, los escenarios, los personajes y sus situaciones entran a jugar.  El foto fija se vuelve importante para los directores de arte y los productores porque en muchos casos ellos no pueden estar presentes y él es sus ojos en el escenario.  Todas estas fotografías son también una ayuda para script aunque en muchos casos ellos tienen sus propias cámaras para mantener la continuidad.
En cine, todas las escenas se consideran importantes, se trata de un producción de tres meses o menos y tendrá una duración máxima de dos horas en las pantallas;  el foto fija está presente en cada momento o sólo cuando lo consideren necesario.  En el caso de una telenovela, la producción dura entre seis a diez meses y su duración en la pantalla será igual, mayor o menor dependiendo de la acogida del público; en este caso el arranque es importante.  En ambos casos se requieren de fotografías para registrar el drama en particular (muertes, partos, accidentes, encuentros) o el detrás de cámaras de lo que será el gran efecto visual, sin olvidar lo que será la escena. 

Existen casos especiales para registrar como la firma de contratos, no siempre es necesario pero en algunas casos sí.  También están las reuniones de presentación de los personajes, lanzamiento de producto al aire y encuentros con el público ya sea en vivo y en directo o por medio de un chat.

Con todo lo anterior, hay que recordar que siempre hay espacio para fotos de detrás de cámaras, las que serán cómicas en algunos casos y las que revelan el personal que realiza la el gran espectáculo.

Sobre cómo trabajar, todo se reduce a respeto y atención.  Respeto con todo el equipo de producción.  Hay directores, productores, jefes y actores que no caminan sino levitan y ellos tienen ciertas necesidades y a ratos caprichos, y si no se les atiende o si se sintieron agredidos puede llegar a cancelarse el contrato de servicios.

La atención que se necesita es saber en dónde está la cámara, qué ángulo de lente se está usando, qué diafragma se emplea, la temperatura del color y la exposición para fotografiar la misma escena que se está rodando.   Con esto, cabe aclarar que nunca se usa flash para una escena, sólo para los casos de reportería y mientras se graba no se debe obturar, el ruido de la cámara queda registrado en el audio y en algunos casos distrae al actor.  Para evitar este inconveniente se usa una caja de insonora o se improvisa una.

Las fotografías se entregan tal como se tomaron, no se hace postproducción a no ser que sea necesario como en los casos de un micrófono o una luz dentro del encuadre y que deben ser recortados, pero todo lo anterior debe tenerse muy en cuenta en la escena para que no ocurra.  Quizás sí se deban apretar colores fotos que saldrán publicadas, en otros casos la misma empresa que publica se encarga de esto.

Como conclusiones finales repito lo anteriormente dicho, tanto el indio como la flecha deben ser excelentes, incluyendo que el indio debe ser educado.   La labor es divertida, los jornadas de trabajo son largas fuertes y en muchos casos se sacrifica a quienes más se quiere, quizás por ese detalle esta labor no es para cualquier persona; pero en todo lado se cuecen habas. 

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Desde que salí de RTI he conocido a otros colegas fotofijas y es grato ver cómo ellos trabajan.  En particular me gusta el trabajo de Catalina Giraldo porque utiliza óptica fija de Olympus para su Canon 5D, los colores y la profundidad de campo es muy linda y su sutileza femenina hace que el trabajo sea espectacular; ojala algún día hagamos una exposición juntos.

Las fotografías que estuvieron expuestas fueron otra historia, creo que quedaron perdidas entre tantos participantes y en particular nunca creo que nunca se entendió la del Abanico Sanyo, busquen la canción en YouTube.


Fotografías para esta publicación por Mónica Villarraga