Me amas? preguntó Alicia. No, no te amo! respondió el conejo.
Alicia arrugó la cara y agarró sus manos como cada vez que se siente herida.
Vez! respondió el conejo. Ahora empezarás a preguntarte qué te hace tan imperfecta y qué hiciste mal para que yo no te pueda amar por lo menos un poco. Y sabes, es por eso que no puedo amarte.
No siempre serás amada Alicia, habrá días en que la gente estará cansada y aburridos con la vida, tendrán sus cabezas en las nubes y te lastimarán. Porque la gente es así, de alguna forma terminan lastimando los sentimientos de los unos con los otros., ya sea por descuido, malentendido o conflictos consigo mismos.
Sino te amas a ti misma, por lo menos un poco, sino creas una armadura de amor propio y felicidad sobre tu corazón, la pobre perturbación de los otros se volverá letal y te destruirá.
La primera vez que te vi hice un pacto conmigo mismo: "evitaré amarte hasta que aprendas a amarte a ti misma" - Lewis Carroll Alicia en el País de las Maravillas.
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El año pasado vi la publicación, me impactó y ojalá haya leído el libro antes para haber sacado este trozo de sabiduría pero lo aprendí de una publicación de Instagram.
La patética realidad de andar con el balde vacío esperando la validación de los otros, lo peor es no ver el balde roto, este nunca será llenado. Ambular de esa forma es desgastante para uno mismo y los demás; amor propio para tapar el hueco y amar sin estar esperando ser amado.
Y preciso sale una frase:
"Sanar es volver a enamorarse con quien eres y lo que traes a la mesa"
