No me consta que esta frase la haya dicho el señor pickup alias Platón, pero con sólo ese comentario, debí ser amable y no dar apuntes pendejos para sonar original.
Y de eso trata la historia.
Recientemente estuve en una boda y antes de la ceremonia estaba haciendo fotos casuales a los invitados y otras con ellos posando. Todo iba bien como es la costumbre cuando un señor en silla de ruedas me pide lo retrate con su familia. Hice un comentario para romper el hielo, nos reimos y siguiendo con la chanza, la esposa del señor dice algo parecido a que amaneció sola, y para seguir el flujo de la conversación comenté: "quien sabe en donde estuvieron esas llanticas anoche". La señora se pone seria y me dice que no entendía el comentario o que no entendió lo que quise decir.
Tratando de explicarme, miré a las llantas de la silla de ruedas luego la miré como diciéndole, ahí están las llanticas; y ella seguía sin entender (o se hizo la que no) haciendo cara de ofuscada. Finalmente, para no darle largas al tema dije algo que no fue mi intensión y salió de manera natural: "Es un chiste de mal gusto."
Antes de entrar a aclarar todo, el señor pareciera que ni cuenta se dio de lo que dije y quizás la señora durante el evento, nunca le contó que "yo le insulté". Durante el resto de la noche, en varias ocasiones, él me pidió que le tomara otras fotos con su pareja e hijo. Él estaba relajado; él nunca supo lo que ocurrió.
Ahora si para aclarar.
Mi comentario nunca fue un chiste de mal gusto, fue una burrada que salió y de esas que escuchas en tu mente sin poder detener. Qué saco yo burlándome de una persona con discapacidad? Nada, no me hace más grande, más bien todo lo contrario. De verdad ella no entendió el comentario o sintió que la ofendí, pero hay que entender que el dolor ya estaba en ella. Si jugamos a que no entendió, está bien; pero si jugamos a que ella es hipersensible (igual que yo en este momento), se nota que el esposo llegó a la silla de ruedas en el trascurso de la relación.
En vez de decir "fue un chiste de mal gusto", pude haber dicho que lo olvidara, o pude haber sólo sonreído y quedarme callado. Pero noooo, tuve que jugar con palabras para seguir una dinámica de medio recocha, y la embarré, dije algo mal.
Durante el evento, hice mi trabajo de retratar la boda como es la costumbre, retratar a los invitados y todo en orden.
Faltando una hora antes de terminar el turno, la señora cruza rápido al lado mio por un espacio medio angosto y me golpea, pareciera que fuera sin querer pero, fue sin querer? Todavía cargaba ella la bronca? Habia bebido ella algo de alcohol? El golpe me incomodo y más porque en una boda todo el mundo es super respetuoso. Me incomodó también porque yo sabía que la había embarrado pero no es para esas bajezas.
Llegó el momento de la hora loca y para variar, se crean círculo de baile en donde algunos harán su medio show en medio de la gente. Acá hubo un espectáculo de baile contratado, delante de mi está el novio, frente a él está una bailarina; la persona importante a retratar es el homenajeado; pero detrás de mi está en señor en silla de ruedas.
La señora esposa del hombre en llantas, se acerca y me dice que no me haga frente al esposo. No entendí el comentario y ella lo repitió tres veces. Cuando por fin la comprendo, me incomodé y le dije que estoy trabajando; es decir, me ubico frente a las personas para captar un instante, no tapo a la gente por diversión ni para ser grosero.
Pareciera que la señora entendiera pero insistió que no me hiciera frente a él... por Deus, es una boda siempre voy a estar tapando a las personas y si el invitado siente que le estoy arruinando su vista o la foto de celular; pues de malas, yo estoy trabajando y me contrataron para crear un recuerdo para la pareja, no estoy de desparchado haciendo fotos y no me están pagan dos pesos para que un pendejo con su celular crea que yo estoy estorbando; a ver bebé, cada pollito en su cajita.
Qué ofensivo Pablo, porqué habla así!!
Pero seamos realistas y volvamos a cada pollito en su cajita. En los eventos cada quien tiene su lugar. Como en aquellos donde va el Presidente de la República. Por más que yo esté retratando todo lo que ocurra, cuando llega el señor Presidente a sus guardias no les tiembla la mano en quitarte del medio y ni derecho tienes a quejarte; es decir, conoce tu lugar. Muy diferente es si trabajo para él y más diferente si soy amigo íntimo y tengo un permiso especial.
Desde el ángulo del invitado, hay personas que creen que el mesero es nadie y está para servir, como si fuera un robot, un ente que debe atender mis caprichos. Eso depende mucho de la educación de las personas y a ratos del estrato social, pero es lo mismo, depende de la educación.
Supongamos
Como comenté más arriba, se nota que el señor quedó en la silla ya avanzada la relación. Supongo esto porque si ella se hubiese casado con él teniendo esté hecho, no hay razón alguna para ella incomodarse a no ser que tenga ella dos neuronas.
Que tu pareja quede con una discapacidad no es tema fácil de tratar y puede ser más difícil si se es de mentalidad superficial.
Recuerdo otra boda donde la novia no saludaba a su hermana en silla de ruedas; pero la chica sentada tenía cara de envidiosa y amargada; y ella es atractiva pero se nota que le duele su realidad y que tiene mucha densidad en su corazón. Como me dijo Ingrid una vez, "nadie tiene que aguantarse tu huevonadas Pablo"; nadie tiene que aguantarse las huevonadas el otro, pero una vez más, seamos tolerantes.
Lecciones
Soltar, no cargar con el tema. Cuando llegué a casa me dolía lo que hice, obre mal, lo reconozco. Antes de salir de evento tuve ganas de decirle al señor que si lo ofendí me disculpara pero, una vocecita en mi cabecita me dijo que ni se me ocurriera hacer eso. Luego pensé en hablar con la señora, pero no lo hice, sentí que tocaba dar mucha explicación y no había tiempo y, no lo hice... Quizás con charlar en ese momento todo se hubiese solucionado y no estaría redactando estos párrafos.
Por mi lado aprendí mi lección pero será que ella ha entendido la suya? Siendo sincero, no saco nada pensando si ella entendió o no, no es mi problema.
...ser más callado, pensar más antes de hablar, saber cuando si es mejor ofrecer disculpas pero no ponerme en pose de humillación sino quedar en la altura de reconocer un hecho y no darle importancia; es decir, saber transitar esa delgada línea.
A ratos quien recibe la disculpa no tiene la humildad de aceptarla y espera que el otro se arrastre y... no; eso no iba a pasar. Hay una frase que acá funciona y es la de saber entender a quien se le ofrece una explicación a quien no.
Al día siguiente, amanecí más tranquilo pero el tema tenía que ser exorcizado y he aquí el espanto.
Como dice la frase inicial, hay que ser amable con todos porque todos estamos dolidos por una razón XY.
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